Luego de un año donde la Iglesia de Quilmes tuvo un rol activo en los reclamos sociales de los sectores más desfavorecidos, el obispo Carlos Tissera señaló que la labor estuvo abocada a cumplir con la “misión evangelizadora y el servicio hacia los demás”.
“La evangelización es nuestra tarea central y en ese sentido estamos atentos a las realidades. Es continuar con lo que otros han sembrado”, sostuvo en diálogo con El Termómetro en alusión al legado que dejó en la diócesis Monseñor Jorge Novak.
Después de un 2016 en el cual el obispado tuvo una activa participación en cuestiones como la lucha contra la droga en los barrios, así como en actividades impulsadas por los gobiernos locales en el mismo sentido, el sacerdote indicó que mantiene “una buena relación” con las autoridades.
“Procuro tener con las instituciones democráticas una relación de colaboración pero mantener la esencia de la iglesia (…) Lo otro está a la vista y el pueblo debe juzgar lo que han hecho en su gestión”
Hacia el próximo año, la apuesta es seguir en la misma sintonía y “encontrar caminos de superación, de diálogo y de compromiso”. No obstante, señaló que la expectativa es que los gobernantes “se pongan a la altura de las circunstancias”.
Por otra parte, como ya es tradición, mencionó que este sábado se realizará la cena de Navidad frente a toda la Catedral, adonde están invitados a participar “todas aquellas personas que lo necesiten”.