La Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires aprobó ayer la llegada de Guido Lorenzino (del Partido Justicialista) a la Defensoría del Pueblo, quien estará acompañado por Walter Martello en su rol como defensor adjunto. Con el apoyo de 35 legisladores, los ex diputados provinciales estarán al frente del organismo durante cinco años.
A pocas horas de ser nombrado, el hombre ligado al Frente Renovador dialogó con El Termómetro para comentar sus primeras impresiones, en donde valoró la conformación de un espacio íntegramente formado por espacios opositores y agradeció el apoyo demostrado por la legislatura, ya que “parecía un requisito imposible de obtener”.
Pese a que recién asumirá en “10 ó 15 días”, confió que “habrá que entrar en colisión con los sectores, ya sean empresas privadas prestadoras de servicios públicos o el juego” y resaltó que “se abre una etapa interesante”, aunque espera “estar a la altura en este momento tan difícil”.
Con la extensa trayectoria política de Lorenzino y Martello en la Provincia como respaldo, el dirigente coincidió que se está en frente de la Defensoría del Pueblo con mayor peso político “que conocen bastante Buenos Aires y el Estado”. “Tiene el mérito de ser la primera gestión en manos de la oposición”, expresó.
También sostuvo que “los problemas son múltiples en todas las áreas”, sin embargo declaró que “no vamos a hacer política” pero sí “tenemos como premisa garantizar los derechos de los bonaerenses”.
De esta manera, dejará de estar vacante el cargo que desde febrero de 2015 (cuando venció el mandato del peronista Carlos Bonicatto) ocupaba el radical Marcelo Honores, de manera interina.