A un año convulsionado, la Liga de Fútbol Infantil de Quilmes tuvo un mal cierre, con incidentes y la suspensión de la misma.
Jugaban Santa María contra Ferro, los primeros se quejaron en reiteradas ocasiones del árbitro durante el correr del torneo, a quien pusieron a dirigir el último partido de la Liga. Cuando fueron a quejarse ante un funcionario municipal de apellido “Quiñones” aseguran que este les dijo que si no les gusta que se retiren.
Con los ánimos caldeados al primer incidente en el partido comenzaron los gritos, empujones y agresiones. El partido debió ser suspendido y no se sabe aún cuando los chicos recibirán los premios.