El pasado sábado se llevó adelante la XXI Misa de la Esperanza en el Cruce Varela. Bajo el lema «Salgamos al encuentro de quienes están más lejos», fue presidida por el Padre Obispo Carlos José Tissera, quién fue muy contundente respecto a temas como el desempleo y la precariedad laboral, el hambre y el narcotráfico ante una multitud en la Plaza de la Memoria en el Cruce Varela.
Durante su homilía citó a Novak “Profesamos la democracia y defendemos la democracia porque amamos a nuestra patria. Pero es oportuno insistir en que patria y democracia significan trabajo, justamente remunerado, para todos los argentinos. Significan salud para todos. Significan vivienda digna. Significan escolaridad plena. Significan pasar de soluciones de emergencia a soluciones de fondo”.
El Obsipo dio una fuerte descripción de la realidad actual “¿Qué oímos? ¿Qué estamos viendo? Que los comedores, creados desde hace años porque en casa no alcanza para comer juntos, están creciendo en número de niños y adolescentes; y en algunos barrios, se han abierto nuevos. Ahora son jóvenes los que también están pidiendo un plato de comida en algunos sectores. Las becas no están alcanzando para comprar más carne”.
“Las estadísticas dicen que ha disminuido el consumo de leche en el país. Nos preocupa que en algunos barrios esté aumentando la cantidad de niños con tuberculosis. Hay casos de desnutrición. El pedido de más ayuda para los comedores no es sólo de este año, todos sabemos que los venimos reclamando de años anteriores. De modo que la situación es sostenida, y las fuerzas flaquean”.
“Hoy estamos aquí, porque falta el trabajo. Porque el trabajo que hay, está mal remunerado. No está alcanzando el dinero. Sabemos que las pequeñas y medianas empresas son el sostén de nuestra zona sur. Están en complicados problemas”.
Tissera remarcó además los problemas respecto del narcotráfico “Hace dos años decíamos aquí: “Que la droga no nos robe la esperanza”. Todos sabemos cómo sigue esto hoy en todo el país y el mundo” e hizo referencia a las palabras del Papa Francisco en el III Encuentro para los Movimientos Sociales, hace 15 días atrás, y se hizo eco del comunicado de la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, del pasado 6 de noviembre, para finalmente asegurar que” No basta perseguir el narcotráfico. Hay que cuidar a los pibes”.
Esta misa fue particular, a diferencia de otros años, ya que se clausuró el Año Santo de la Misericordia, fue una celebración realizada en el marco del año de los 40 años de creación de la Diócesis de Quilmes y de consagración episcopal del primer obispo, Jorge Novak. Por eso, luego de la celebración se realizó una fiesta diocesana con baile y bandas de música en vivo.
Asistieron diferentes funcionarios, entre ellos se destacaron el ex embajador argentino ante la Santa Sede, Carlos Custer; el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra; el secretario de gobierno del municipio varelense, Andrés Watson, el presidente del Honorable Concejo Deliberante de Quilmes, Juan Bernasconi; el secretario de Cultos del municipio de Quilmes, Luciano Bizín, entre otros.