(Por Christian Skrilec) Imagino a asesores y ministros de María Eugenia Vidal planificando el anuncio de obras para la provincia de Buenos Aires. Imagino que lo planean hace rato y que saben que del evento participará el presidente Mauricio Macri y sus ministros.
Primero piensan en el conurbano, por repercusión y efecto, luego, descartan la zona norte. Allí reina Jorge Macri, enemigo interno de Vidal desde los tiempos en que soñaba la fórmula Macri-Macri para la presidencia y la gobernación. Es más, recordemos que “el gordo” (Jorge Macri), pretendió ser el Jefe de Gabinete de Vidal, o en su defecto, el Ministro de Gobierno, para convertirse en el gobernador en las sombras. Zona Norte no.
Después piensan en la Zona Sur, y ahí aparece el aliado, el amigo, el que construye junto a MEV (sigla con la que llaman a la Gobernadora los PRO-Boys) y Rodríguez Larreta, la arquitectura política para permanecer en el poder, lejos de los peronistas devenidos en PRO que se alinean detrás de Frigerio, y de los técnicos gerenciadores que reverencian a Peña. Si, el amigo es Néstor Grindetti, intendente de Lanús. Pero el acto se cae de Lanús envuelto en los Panamá Papers. Grindetti esquivó actos oficiales y ruedas de prensa por varios días después del escandalete off shore. Además, el Intendente de Lanús sabe positivamente que Peña es el ideólogo de ponerlo en primera fila para que se coma las balas que le disparan al Presidente por el mismo tema.
Entonces aparece Quilmes, lugar que conocen de la campaña y que ya visitaron dos veces en funciones ejecutivas, además, Martiniano es nuestro, piensan. Aunque no le dicen Martiniano, ni Molina, le siguen diciendo “el cocinero”. Esto a Molina no debe importarle, les guste o no a los asesores de Vidal, electoralmente hablando, es el Intendente del quinto distrito más peso de la Provincia de Buenos Aires, y de los 15 más significativos del país.
Tampoco debe importarle a Molina, que una vez elegido Quilmes, con las consecuencias ejecutivas que esto implica, el presidente Macri se despache con el chiste de “pensé que Martiniano nos iba a invitar a comer”. Señor Presidente, si hay algo que usted no tiene, es gracia para contar chistes. Tampoco es que voy a desglosar la idea de Sigmund Freud sobre el chiste y su relación con el inconsciente, pero en el clima actual, entre la economía y la Justicia, y sin un anuncio de peso para el distrito que lo recibe, debería omitirlo.
Es que posiblemente, los funcionarios nacionales también traten a Martiniano de Chef o Cocinero, pero eso al Intendente no tiene que importarle. Si debería molestarle que usen la Casa de la Cultura de Quilmes para hacer anuncios de carácter provincial que sólo benefician lateralmente a la ciudad que él comanda, y ni siquiera lo sienten en una silla detrás del Presidente para salir en la foto. Hay que informarles a los asesores del PRO que la Casa de la Cultura de Quilmes no es un salón de actos.
En este marco de subvaloraciones y confusiones, el rumor que el Municipio de Quilmes recibiría un nueva aporte “intelectual” y “programático” de parte del gobierno nacional, tendría alguna lógica. Lo que se dice en los mentideros políticos de la ciudad es que desde Nación, enviarían nuevos funcionarios al gabinete de Martiniano para hacer “arrancar” a la gestión. El argumento aparece por demás blando, porque si hay un lugar que todavía no arrancó y siguen empujando sin dirección a la vista, es la Provincia de Buenos Aires, y en ninguna parte se rumorea de intervenciones o aportes de nuevos funcionarios.
Por último, y en este sentido, hay que decir que la gobernadora Vidal heredó lo más importante que podía heredar de su predecesor Daniel Scioli: no importa lo que haga, su imagen pública es imbatible. Mientras Macri cayó diez puntos de imagen positiva en el último mes, la gobernadora creció 3 y supera el 65 por ciento de aceptación.
La misma armadura protege a Martiniano, es difícil encontrar ámbitos donde el vecino de Quilmes lo rechace, y ese valor, es lo que lo transforma de intendente/cocinero en una figura de peso en el mapa bonaerense. Lo único que ahora debe hacer, es capitalizarlo.
Gracias por leer.
Publicado en la edición N° 796 de el semanario «El Suburbano».
En los tres ámbitos nacional. Provincial y municipal hay mucha gente improvisada y con los valores trastocado!! Llamarlo cocinero a nuestro intendente lejos de un descrédito debería enorgullecerse!! De los pocos políticos que han trabajado en algo!!!!!!!!!!!!!!
‘ En los tres ámbitos nacional. Provincial y municipal hay mucha gente improvisada y con los valores trastocados!! Llamarlo cocinero a nuestro intendente lejos de un descrédito debería enorgullecerlos!! De los pocos políticos que han trabajado en algo!!!!!!!!!!!!!!
Excelente análisis…
Comparto…