Un argentino, quilmeño más precisamente, fue detenido por la DEA en Honduras acusado de tráfico de cocaína, heroína y lavado de activos. Se trata de Franco Lombardi, de 45 años, quien hasta hace algunos años vivía sobre la calle 827, en San Francisco Solano.
Lombardi, según las investigaciones de la DEA (Administración para el Control de Drogas), sería el brazo financiero del Cártel de Sinaloa con el fin de su instalación en Honduras, bajo el mando del «Chapo» Guzmán. Según pudo recopilar Infobae durante su vida en Solano Franco Lombardi trabajó en un kiosco y luego puso con el dueño de ese kiosco, una carnicería que permaneció abierta durante cuatro años.
Su vida en el Caribe cambió radicalmente ya que acumuló propiedades como dos discotecas y un complejo turístico. Ahora será extraditado a los Estados Unidos donde tendrá que responder ante las acusaciones. En Buenos Aires, Lombardi, no tiene antecedentes penales de ningún tipo.