(Por Christian Skrilec) Es hora de sincerar el asunto, acomodar un par de ideas, y convenir entre todos un acuerdo que nos permita describir la realidad sin perjuicios y sin alarmas. Si hay algo de lo que carece la gestión de CAMBIEMOS en Quilmes, es de equipo. No es una crítica, ni un intento de menoscabo, es simplemente una visión rigurosamente comprobable.
Caracterizar a la gestión como carente de equipo, parece una afrenta al discurso PRO, pero no nos tiremos de los pelos por una cucaracha, la situación se repite más o menos de la misma forma en la Provincia, aunque todos juguemos al distraído.
Es posible que allí, en la gobernación, el problema no salga para afuera, pero eso no quiere decir que no exista. En nuestro pago chico, lo que ocurrió con el secretario de Gobierno, Fernando Pérez, que podríamos resumir como “me fui, me quedé, acá no pasó nada”, exhibió lo que todos sospechábamos: si la heterodoxia del conjunto no se amalgama, no hay conjunto, no hay equipo.
Pero que no haya equipo no quiere decir que no se pueda conformar, o que falten jugadores, o que los jugadores que están no tengan capacidad. Es importante marcar esa diferencia, pero también es importante advertir sobre el tiempo. Quilmes no te da demasiado margen para el ensayo ni para la práctica, o el rejuntado (con todo respeto) que nos gobierna, empieza a jugar asociado, o en vez de pelear el campeonato termina peleando el descenso.
Pero demos un pantallazo concreto a los cargos de mayor relevancia. El Intendente no viene del mundo de la política, ni hizo un camino de aprendizaje en el mismo. El Jefe de Gabinete, tiene vasta experiencia en la gestión pública pero su razonabilidad política es “mussista”, más de 25 años al lado del Doctor (Juan José Mussi), lo hacen creer que las decisiones del Intendente son inapelables e indiscutibles. El secretario General, Tomás Molina, viene de la actividad privada, y nadie va a cuestionar el éxito empresarial obtenido junto a su hermano, pero desconoce la gestión pública. El secretario de Gobierno, Fernando Pérez, quien si fue criado en el ámbito político y conoce las mañas de la ciudad, carece de experiencia de gestión. El secretario Legal y Técnico, Guillermo Sánchez Sterli, fue funcionario un poco más de un lustro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo que le da plafón administrativo, pero en el barrio todavía no logró el reconocimiento de sus pares. La última adquisición, el Secretario de Hacienda Mariano Martinelli, aparece como un emprendedor destacado y con respaldo académico, pero nunca movió un papel en una oficina pública.
(Perdón, me quiero curar en salud, ¿quién soy yo para decir esto? Un cagatintas local. Continuemos.)
En el caso del resto de las secretarías, y en las segundas y terceras líneas, la situación mejora un poco pero la heterodoxia persiste. Retomando la idea, el plantel no es malo, pero es evidente que aún no tiene claro a qué juega. Y como en todo equipo, existen afinidades, rechazos, ambiciones personales, agachadas, y actos solidarios.
Cincuenta días después de iniciada la gestión, todavía no hay atisbos claros de funcionamiento, y el factor reinante en todas las áreas es el desacuerdo y la falta de objetivos. Aquí es donde genéricamente aparece la voluntad del Intendente. Martiniano sigue repitiendo algunas de las ideas fuerza de la campaña, que continúan con una buena recepción por parte del vecino: orden, limpieza, seguridad, mejores escuelas, bacheo, salud etcétera. Ahora, hay que establecer la estrategia, el modo, y obtener la eficiencia necesaria para llevar a cabo esas ideas y obtener resultados. Con el voluntarismo no alcanza.
Aunque no haya un fecha exacta, la gestión Molina tiene un límite para conformar el equipo, o al menos, tener un funcionamiento que (parafraseando a Marcelo Bielsa) le permita aspirar a la eficacia. Ese límite se conforma con dos vectores: el humor del vecino, y el accionar de la oposición, que en nuestro caso particular, es todo el peronismo que entre la Nación, la Provincia y el distrito, vivió décadas a la sombra del poder, y falta muy poco para que el sol le empiece a picar en el cuerpo.
Gracias por leer.
Creo que te olvidaste de la nueva adquisición en seguridad, alguien que elaboró un mapa del delito por notas periodísticas y que conoce la,realidad como yo de maquillaje. Mi abuelo diría :todo como botella de jardín
Culo para arriba
hay gente muy capacitada y que ha estado en grandes cargos sociales y políticos .No son macristas pero si quilmeños y pueden hacer algo por el distrito. Solo hay que convocarlos a la unidad ,para poner a Quilmes de pie asi no va.
En el Off, muchos te comentan el desorden administrativo, economico y la «desaparicion» de muchas cosas y elementos. La gestion anterior era un caos, que solo funcionaba bien, o al menos eso parecia, porque muchas cosas se hicieron a antojo pero sin sustento tecnico. Creo que estan demorados porque, al igual que lo sufrio Gutierrez, es mas o menos lo mismo. Lo unico que en ese momento todos hicieron mucha palabreria, ahora lo volvieron a sacar a la palestra, antes d eirse, pero la verdad es que nunca avanzaron en nada ante la justicia y tampoco nunca supimos la veracidad de las afirmaciones de ese momento. Espero que esta vez, no suceda lo mismo, aunque en la Argentina, siempre se tropieza con la misma piedra.