En la tarde del martes, el Concejo Deliberante de Quilmes, aprobó el presupuesto 2016 propuesto por la gestión Molina pese a los fuertes cuestionamientos del arco opositor y a las evidentes inconsistencias de la norma.
Con los recurrentes argumentos de “gobernabilidad” y de que el presupuesto es la “herramienta” que el poder ejecutivo tiene para gobernar todos los bloques del Concejo Deliberante local dieron su voto positivo al presupuesto 2016, a excepción de cuatro concejales barbistas (el presidente de bloque José Migliaccio no estuvo presente en la sesión) que se abstuvieron.
Uno de los discursos más duros fue el de la concejal del FPV, Edith Llanos, quién fue enumerando varias de las incongruencias del proyecto. Otro duro discurso fue el del concejal de “Juntos por Quilmes”, Ángel García y en la misma línea expresó su postura la concejal del Frente Quilmeño, Eva Mieri.
Son varias las falencias del presupuesto y que son difíciles de explicar. La norma expresa que los ingresos al municipio aumentarán en un 40% respecto del presupuesto 2015, un número exorbitante. Más llamativo es aún que se manifiesta que aumentarán un 84% los ingresos de origen municipal, incrementándose la recaudación por tasa SUM en un 138% (de aproximadamente 182.400.000 a 433.698.000 pesos) cuando el aumento aprobado días atrás es del 25%. Como si esto fuera poco se estima que el “recupero”, esto es el pago de morosos, disminuirá unos 16 millones de pesos respecto del año 2015 y la cobrabilidad de las tasas municipales ronda el 80%. Con lo cual se hace inexplicable de donde saldrán los fondos.
Son muchas más las variables difíciles de explicar, como el no aumento de recaudación de la tasa de alumbrado que está atada a la tasa SUM; los 21.700.000 pesos para combustible del área de hacienda que no cuenta con flota de automóviles y 33 mil pesos en combustible para el área de salud que cuenta con camionetas y ambulancias. O las apenas 5 personas destinadas a la Secretaría de Seguridad; 17 millones de pesos en equipos de computación; 50 millones en servicios de vigilancia o el aumento en el presupuesto para compra de “cuero y caucho” que fue de 5 millones en 2015 y pasa a 28 millones en 2016.
La presidenta del bloque de Cambiemos, Raquel Coldani, fue quién habló por el oficialismo. En su discurso no explico estas incongruencias sino que habló de falta de tiempo y de la necesidad de utilizar del presupuesto anterior. A su vez aseguró que este es un gobierno que “viene a recuperar la ciudad” y explicó que “en el camino de la trasparencia” van a informar al concejo deliberante las reasignaciones presupuestarias que se vayan realizando.
El deliberante, en este presupuesto, habilitó al ejecutivo municipal a reasignar prácticamente la totalidad de las partidas presupuestarias; por lo que sumado a que aún falta dar a conocer el organigrama municipal; es poco lo que la norma aprobada en el día de hoy dice sobre el futuro gobierno de Martiniano Molina.