Familiares y amigos de las víctimas de la Masacre de la Comisaría primera se volvieron a manifestar frente a los tribunales penales de Quilmes para repudiar la decisión de la Cámara que concedió prisión domiciliaria a los cuatro policías condenados por tormentos contra los cuatro jóvenes muertos. Apuntaron contra los jueces: “La justicia tiene nombres de complicidad y en este caso es el de los jueces Falcón y Russo».
El salesiano Tobías Corro, quién acompaña a las familias desde el hecho hace once años, dialogó con El Termómetro Radio (FM RK 91.5) desde la plaza de la estación donde se reunieron para salir a reclamar. Denuncian la precariedad del sistema de tobillera, la alta posibilidad de fuga de los condenados y que se pone en peligro a las familias y a los testigos del juicio
“La prisión domiciliaria se le dio como beneficio a cuatro personas acusadas del delito de tortura, lo cual muestra la gravedad del delito y explica su detención en la Cárcel”, contó Tobías y agregó: “el beneficio es hasta que la sentencia quede firme que pueden ser dos o tres años, como poco”.
Manifestó además la preocupación de las familias por la precaridad del sistema de prisión domiciliaria: “Y además la precariedad del sistema de tobillera que tiene que estar conectado a un teléfono de línea. Por poner un ejemplo, se roban los cables de teléfono de la zona quedan totalmente libres. El sistema beneficia cuatro torturadores”.
“La justicia tiene nombres de complicidad y en este caso es el de los jueces Falcón y Russo», sentenció.