(Por Christian Skrilec) La campaña cayó en un pozo y era previsible, sobre todo después de un cierre de listas que dejó demasiadas frustraciones. A fines del año pasado, muchos precandidatos comenzaron sus campañas por instalarse como tales. Abundante publicidad en vía pública, y el avioncito incansable repitiendo una y otra vez los mismos nombres. Pero cuando llegó junio, la mayoría de aquellos que intentaban instalarse sabían que sus posibilidades de obtener una lista para competir eran muy difíciles. Ya no valía la pena gastar dinero, la instalación era inútil. Quedaron en cancha los que todos sabíamos que iban a quedar, salvo alguna excepción, no hubo sorpresas. El volumen de publicidad electoral ya estaba en caída.
Hoy, los cuatro nombres principales de la pelea electoral de agosto son: Francisco Gutiérrez y Daniel Gurzi en la interna del Frente para la Victoria, Walter Queijeiro por el Frente Renovador, y Martiniano Molina por el PRO. Por supuesto que hay más candidatos, pero no es descabellado adelantar que entre estos cuatro, pueden cosechar más del 75 por ciento de los votos.
Las necesidades publicitarias de cada uno son diferentes, aunque el que menos necesita fue el primero en salir a la cancha. La referencia es para el Intendente Gutiérrez, que va por su segunda reelección, y una semana después del cierre de listas, salió a pegar un nuevo afiche tamaño pantalla con su imagen en el centro, rodeado de los candidatos nacionales y provinciales.
Cuando decimos que Gutiérrez es el que menos necesita publicitarse, lo decimos porque gestiona la ciudad hace 7 años, lo conocen el total de los ciudadanos, y en general, el votante ya sabe o imagina como puede desarrollarse un nuevo gobierno del “Barba”.
Por otra parte, la situación del resto de los candidatos es apremiante. Necesitan mostrarse. Aquellos con chances de competir por el gobierno, están obligados a publicitar sus candidaturas.
Vayamos al caso de Molina, lanzado hace un mes a la arena política. Tiene un nivel de conocimiento muy alto, su entorno asegura que supera el 80 por ciento, pero ese conocimiento está vinculado a su actividad privada, esto es, la cocina. La gente conoce al cocinero Molina, no al candidato a Intendente.
Para Gurzi, candidato incansable, la pelea es conocida, tiene un buen nivel de conocimiento aunque insuficiente, y para competir con Gutiérrez en la interna, necesita convencer a los votantes oficialistas y al electorado quilmeño que es la opción de cambio y que le puede ganar al “Barba”.
La pelea de Walter Queijeiro es similar. Fue el ganador del 2013 y eso lo dejó posicionado, pero el techo de votos de Sergio Massa lo condiciona, todas las encuestas ponen al Frente Renovador en un cómodo tercer lugar. Para seguir en carrera no alcanza con jugar al fútbol tenis en Telefé.
Para transformar a Molina de cocinero a candidato, para que Queijeiro convenza que es el único que le puede ganar a Gutiérrez y romper el techo de Massa, y para que Gurzi pueda afrontar la interna, necesitan contárselo al vecino: y para ello hacen falta afiches, volantes, cartelería fija, medios de comunicación, paleros, actos, encuentros y eventos. Y obviamente, esto cuesta dinero, hace demasiado tiempo que no se puede hacer política sin plata.
Molina espera el financiamiento del acaudalado esquema económico del PRO. Queijeiro apuesta a que sus amigos le den medios y pantalla nacional, y el Sindicato de Trabajadores del Peaje (Facundo Moyano) aporte lo suyo. Gurzi repite cada vez que habla que es el candidato de Scioli y de Aníbal, recordándole al aparato oficialista que no puede hacer campaña con los ahorros de la Jauretche. Los aportantes privados locales, sean comerciantes, empresarios o financistas, escuchan las promesas de favores futuros y se muestran muy poco generosos ante la sospecha de la reelección de Gutiérrez.
El “Barba”, con el Estado y la UOM a sus espaldas. Y el resto de los partidos, que deben apelar a la imaginación para meterse en la discusión pública. Tienen más claras sus posibilidades. Hasta que los recursos aparezcan, la campaña publicitaria electoral, seguirá en un pozo.
Gracias por leer.
Nota publicada en la edición 762 de «El Suburbano»
Algunos se quedaron sin nafta y militantes antes de arrancar… Bye Bye Gurzi !!!
yo creo Bye Bye Quilmes le va a decir al Barba y no menosprecies a la gente que es la unica dueña de los votos saludos